Integrantes de la élite económica que participaron en las manifestaciones contra la corrupción y a favor del MP y la Cicig fueron acallados por su propio grupo. Presiones, amenazas y pérdidas de negocios. Esas fueron algunas de sus estrategias. Ahora su futuro es incierto. Plaza Pública te lo explica en este podcast sobre nuestra investigación Disidencia y disciplina. Cómo las élites tradicionales sofocan el disenso y qué sigue ahora.
En 2015 Guatemala vivió un año de manifestaciones cuyas consecuencias aún perduran. Frente al avance de la lucha contra la corrupción hay una ola restauradora; una de las primeras arremetidas implicó la salida de la CICIG, los ataques contra la Fiscalía Especial Contra la Impunidad y el fiscal Juan Francisco Sandoval. Ahora vemos la disputa por el control de las cortes.
Cuando se destapó el caso de «la línea», hubo un consenso entre la mayoría de los sectores de la sociedad era necesario depurar la clase política a través de la persecución penal y también cambiar la justicia. ¡Eso nos dio las manifestaciones! Al inicio el apoyo al Ministerio Público y a la CICIG era mayoritario también entre las élites tradicionales sin embargo con el avance de los casos y la implicación de otros grupos poco acostumbrados a enfrentar la justicia como la élite económica, ganó espacio el argumento de la «persecución selectiva» la persecución penal contra varios de sus miembros no fue la única sacudida para la élite económica, también se estremeció en tensiones internas. Surgieron disidentes, reformadores, personas que creían que actuando como la élite había actuado para mantener sus privilegios ya no podría mantener a flote el país y los disidentes comenzaron a cobrar visibilidad y luego a pagar la osadía. Amenazas, presiones a sus empresas, a las empresas de sus familias, sabotaje a sus medios, sanciones grupales, la sombra del ostracismo, el silenciamiento.
Investigamos qué sucedió y cómo lo hicieron. La antropóloga Alejandra Colom desarrolló el estudio «Mecanismos y Conductas de Presión para la Captura del Estado el Mercado y el Disciplinamiento de los Disidentes».
Hola, soy Ricardo Marroquín y en Plaza Pública preparamos este podcast para explicarte partes de la investigación que podrás leer completa en nuestra página web. Alejandra Colom habló con casi una veintena de personas que directa o indirectamente protagonizaron estos procesos. Empresarios, periodistas, miembros de la élite; algunos fueron víctimas de estos mecanismos de disciplinamiento, otros fueron cultivando un rechazo cada vez mayor contra las investigaciones del Ministerio Público y la CICIG y sus resultados en tribunales. Todos tratan de entender de qué forma se puede salir del atolladero actual.
Alejandra Colom: En los medios de comunicación el consenso es una cancelación casi absoluta del medio en sí; pero de las personas, un intento constante de parte de quienes se sentían amenazados por estas revelaciones de CICIG y por las investigaciones para eliminar simbólicamente a la persona, porque como algunos de ellos dijeron: «aún no son o ya no son los 80s o sea no hemos vuelto a una situación parecida, entonces no van a matarlo (qué era lo que pasaba en los ochentas) pero sí se puede hacer una aniquilación simbólica de las personas tanto en medios, como personas que opinan públicamente, entonces personas que no son necesariamente de medios pero qué opinan públicamente vieron pérdidas económicas, perdieron clientes, perdieron socios, tuvieron que tomar decisiones drásticas que significaron un cambio en su vida y en su posicionamiento y en la forma como hacen negocios.
¿Cómo lo lograron? ¿en que consistieron estos mecanismos de control y sanción?
Alejandra Colom: primero fueron chistes, bromas, pero bromas que querían pasar un mensaje, advertencias, chismes, rumores, activando todos los botones del miedo que tenemos nosotros: Ej. «cuídate que te están viendo» «seguro te están siguiendo», «cuídate porque están hablando de ti» y hasta amenazas a ciertas personas de que les iban a quitar negocios. Así leí mensajes «te quedaste sin proveedor». Y entonces va progresivo, desde los chistes de advertencias de «te lo digo porque sos mi cuate y quiero que te des cuenta que te estoy diciendo», hasta el momento en donde se descalabra y se activan todos los mecanismos posibles antes de llegar a un asesinato o a un acto físicamente violento. Pero de que sufrieron violencia psicológica verbal y económica, ¡totalmente!
Estos mecanismos de control y sanción han sido normales para la élite ahora es a través de mensajes, llamadas, amenazas de perder clientes y oportunidades de negocios. En el pasado, asegura Alejandra Colom, era más fácil usar la violencia.
Fue lo normal, siempre fue la normal y esos mecanismos creo yo que están allí latentes porque si pensaras en épocas en la historia de Guatemala en donde se activaron también, como cuando al inicio de de la insurgencia chicos y chicas de la élite se sumaron a la insurgencia y ¿que pasó? cuando en diferentes épocas personas opinaron de manera distinta que es lo que pasó y retrocedemos aún más con la contrarrevolución qué pasó con la gente de elite que había estado del lado de la revolución… allí está el mecanismo ¡está!, es sólo que hay cosas que ya no se pueden hacer tan fácilmente, como matar gente. Uno de los mecanismos fue el acoso por redes sociales.
Bueno y pensando en algunos casos, por ejemplo, tenemos a una persona que participó en las entrevistas que trabajaba en medios de comunicación y nos narra cómo su vida privada va desapareciendo conforme ella cobra más espacio y voz en los medios hablando sobre temas de corrupción. Ella se remonta a un antes de la crisis de 2015 y cuenta por ejemplo cómo tuvo que cerrar finalmente su cuenta de facebook porque las personas extraían de allí fotografías, las usaban para hacer campaña negra y menciona por ejemplo que cierra y que se acaba la vida que ella tenia; su vida que tenia en redes sociales y reflexiona sobre el hecho de que no va a poder tener más vida en redes sociales no va a poder tener nada de su vida sentimental por qué la violencia que ella ha experimentado en redes es tal, que que sólo prefieren salirse de allí. Quiero citar directamente uno sus comentarios, ella dice «Yo veo que la violencia en redes es ya una estrategia de comunicación política, ilegal y clandestina como querrás llamarla, pero es parte de la gama de servicios que ofrecen los estrategas políticos «políticos» entre comillas ya que la información no es real sí generalmente animadversión real con cosas que son sacadas de contexto son inventadas y eso hace que se genere odio o rechazo hacia una persona». Entonces con esta cita ella nos sigue contando y no se labora como todos estos chismes estas mentiras al final la hacen a ella tomar decisiones no sólo sobre su participación en redes sociales y en la vida pública sino finalmente en su trabajo como periodista.
Y tampoco faltaron las presiones para dejar de apoyar la justicia. La amenaza era perder el negocio y clientes.
Bueno también hay otro otro caso otro ejemplo de alguien que nos contó cómo este tipo de campaña negra en su contra desgasta sus relaciones profesionales y hasta uno en el que él tiene que salir de su empresa. Dice: «empiezan a generar un desgaste con los clientes, falsas percepciones, a sacar de contexto cosas que hiciste y qué dijiste y eso afecta también la relación obviamente con tu cliente con tus socios» nos cuenta como su socio recibe llamadas, llamadas de atención, chismes, amenazas y eso puso a su socio en una posición en donde lo hace escoger y le dice que aunque él cree que no es cierto, la empresa ya está sufriendo las consecuencias de su participación pública y aunque él diga que no lo está exponiendo, pues siempre logran asociar a él con esa empresa. Entonces al final él me dice que el punto de tocar esas empresas de implicarlas es una forma de terrorismo económico, de terrorismo fiscal, empresarial, un tipo de sicariato de carácter que al final te asfixia económicamente.
La concentración de la riqueza en Guatemala es brutal; las élites económicas nacionales son, en términos de Robinson y Acemoglu, élites extractivas y en los del economista Branko Milanović su comportamiento ha sido rapaz. Su intervención en el Estado alcanza niveles cimeros en América Latina, tanto por vía de la captura como una amplia participación en instancias del Estado, como por el camino de la cooptación y las puertas giratorias. Hace 3 años contamos como la élite empresarial tradicional tiene voz y voto en al menos 58 instancias del Estado, lo que les permite influir en políticas públicas.
Según el economista Mynor Cabrera la participación de las cámaras empresariales en tantas instancias del Estado dificultaba la incursión de nuevos actores económicos. Así era como la élite económica a través del poder político mantenía el poder económico hasta que otros actores emergentes lograron cooptarlo. Alejandra Colom llama «maraña» esa red que ha formado la élite entre sus miembros que les da mayor posibilidad de ser y actuar ya que dentro de la élite económica tradicional hay matices y el control del Estado lo disputa con otros sectores como los empresarios emergentes y grupos del crimen organizado, la maraña implica cierta unidad.
Esta es una persona de las entrevistadas que me dijo algo así como » es que si te das cuenta, nosotros estamos todos en una maraña maraña en donde uno es primo de alguien, cuñado, socio, compañero del colegio y entonces mientras más al centro de esa maraña estás, más podés perder, porque tus nexos sociales, económicos, todo tu estatus descansa sobre la validación de esas personas hacia ti» y entonces las personas con más libertad expresión son las que se han logrado salir de la maraña, o nunca han sido parte directa de la maraña.
El 21 noviembre de 2020 una parte del Congreso ardió; aunque aún no está claro si el incendio fue algo espontáneo o fue parte de un plan, las llamas que salían por las ventanas del edificio fueron el reflejo del descontento de la población por las últimas acciones de los diputados oficialistas y sus aliados, pero también del gobierno. En la manifestación del 28 noviembre también hubo fuego. La PNC capturó a 3 jóvenes y los acusó por incendiar un bus y causar desorden, pero de nuevo y al igual que con el Congreso, queda la duda de si fue improvisado o planificado. El hecho sirvió para que el Ministro de Gobernación Gendry Reyes, le reclamara al PDH Jordán Rodas, no cumplir con velar por los derechos humanos de toda la población. Esta es una tarea que el mismo PDH aseguró que no le corresponde cuando la situación se torna violenta.
Al lado, la agenda para controlar las cortes avanza en el Congreso. Los diputados intentaron conformar la Comisión Pesquisidora, para levantar el antejuicio a los magistrados de las CC Gloria Porras y Francisco De Mata Vela. De momento todo está detenido, al menos por ahora, CACIF se manifestó en contra del presupuesto 2021 pero luego se puso del lado de Giammattei y del diálogo entre varios sectores para revisar la readecuación del erario: «Es un liderazgo del presidente haber tomado esta decisión, nos parece muy bien. Creemos que las modificaciones que van a salir de estas mesas técnicas que se están haciendo, van a beneficiar a los sectores que más se necesita y van a impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo.» Esta es la voz de Nils Leporowski, presidente del CAIF en uno de los promocionales que publicó el gobierno en redes sociales sobre el diálogo el que convocó Giammattei luego de la primera jornada de protestas.
En las declaraciones del CACIF, la Cámara de la Industria y FUNDESA no hay referencias a la brutalidad de la PNC ni a las detenciones arbitrarias y exigencia de renuncia de funcionarios, sólo condenas a las que tildaron de acciones vandálicas contra personas y bienes del patrimonio y propiedad privada. O llamados a mantener la unidad del país como lo dijo en un vídeo distribuido en redes sociales la Cámara de la Industria o enfocarse en la lucha contra el narcotráfico como lo señaló el Director de FUNDESA en una columna de opinión.
Una de las explicaciones de la ausencia de voces disidentes dentro de la élite económica puede ser el temor que quedó luego del castigo que recibieron quienes se manifestaron a favor de la CICIG y de la lucha contra la corrupción. Antes de 2015 Alejandra Colom también hizo un estudio sobre las élites económicas en Guatemala; ambos confirman una conclusión: a la élite económica no la mueve una estrategia sino el miedo.
Que el miedo iba a ponerse por encima de cualquier análisis su visión a largo plazo y que la necesidad inmediata de controlar los eventos para mantener el control sobre la sociedad sobre la política etcétera iba a prevalecer y entonces vimos casi como fichas de dominó como fueron cayendo algunos de los participantes del primer estudio en cuanto a su visión u optimismo sobre un estado de derecho, la búsqueda de la justicia y paz y proteger y sostener el trabajo el MP, etcétera.
¿A qué le tiene miedo a la élite económica hoy? según la antropóloga Alejandra Colom, sobre todo, a perder el monopolio de la comunicación con Estados Unidos.
La lectura de ellos mismos o de algunos de ellos, (porque realmente no todos quisieron participar) era que que lo que más molestaba o hacia ruido no era tanto el rol que jugaran en la política guatemalteca, sino su relación con los Estados Unidos. Para ellos tal vez su lectura es que lo que más molesta o asusta es que el CACIF ya no tiene el monopolio de la comunicación con la embajada; sino que hay otras voces con visiones siempre conservadoras porque ese es el tema, nadie era realmente disidente. Era un matiz más democrático si lo quieres ver así, más inclusivo, pero era un matiz de una misma visión. No había nadie que se distanciara del capitalismo, no había nadie que se distanciara de sostener el estatus quo, era era sólo ceder un poquito; ceder un poco de espacio.
¿Por qué es tan importante Estados Unidos para la élite económica del país?
Les importa mucho lo que piensan los gringos porque son su modelo político-económico, son su mercado y entonces en serio piensan que Estados Unidos nunca le pregunta a nadie más, ni ve noticias ni lee informes sino solo les cree a ellos. Es realmente tonto que piensen que los gringos son un reflejo de ellos porque si tu te das cuenta la forma como ellos hablan de hacer cabildeo en Washington, parecería que allá no hay un Estado ni una Institución. No se da cuenta que los procesos allá aunque sea Trump el presidente tienen un sistema es un sistema en donde no sólo con chasquear los dedos te quitan a alguien de un puesto.
Es en este contexto que se explican los esfuerzos que hizo este sector por acercarse al partido republicano, al gobierno de Donald Trump y apoyar desde Guatemala su reelección.
Entonces la cólera porque no quitaban Tod Robinson. Como que… ¿por qué no me están haciendo caso? es un poco un berrinche. En una entrevista creo que tengo una cita a una periodista que me dice «es oír a un niño berrinchudo de 4 años qué quiere, quiere, quiere algo» pero como ella misma dice «si te das cuenta que esta persona le dicen ‘patrón’ desde los 4 años, quitarle de la cabeza que es ‘patrón’ es imposible»
Pero también hay mucho miedo a perder la riqueza y los privilegios que mantienen desde que se fundó el país. En su investigación sobre las élites Alejandra Colom asegura que por ello la élite económica mantiene vivo el fantasma del comunismo.
No, lo que ves en los chats en redes sociales es un constante esfuerzo por mantener vivo el fantasma del comunismo. Para que nadie le agarre mucha confianza a ese otro, entonces no puedes confiar en los indígenas, mucho menos los indígenas organizados, no puedes confiar en las mujeres que defienden sus derechos, no puedes confiar en la diversidad sexual, no puedes confiar ni siquiera en los ambientalistas porque ellos todos conforman la agenda que sustituyó al comunismo. Y el comunismo te va a quitar tus bienes materiales y eso al final es lo que importa. ¡Vas a perder tu capital!
¿Esto no implica que las élites económicas se mantienen ideológicamente en el pasado en el contexto de la guerra fría?
Es que para ellos esta bien estar en el pasado, porque es cuando ellos estaban bien y entonces yo creo que lo que opina el público no les importa, siempre y cuando no afecte su desempeño económico. Y cómo dependemos de muchos de estos productos, es casi imposible que haya en algún momento un boicot poco consensuado que de alguna forma les afecte.
Ahora bien ¿que queda del grupo de estos empresarios que fueron disidentes que recibieron el castigo de su grupo? Alejandra Colom explica que no constituye un bloque organizado pero que mantienen una visión sobre la necesidad de algún cambio.
Estas personas sí ven que a largo plazo que estas dinámicas son insostenibles socialmente y que no podemos crecer en un país que es pobre, desnutrido, sufriendo de violencia, etcétera. Eso nunca lo perdieron de vista y por eso también es interesante en este estudio que logramos incluir voces de personas que nunca te las imaginarías como personas que estuvieron a favor de CICIG y sí lo hicieron y hablaron en sus círculos a favor de y se sintieron hasta cierto punto traicionados por haber hecho ese esfuerzo en el momento en que ellos sienten que la CICIG se sesga.
¿Qué hacer? pues en primer lugar modificar los modelos de negocio.
Para ser un empresario moderadamente progresista en Guatemala tenés ahora que pensar creativamente sobre tu mercados, es decir enfocarte en los mercados externos en donde tu cliente le vale madre cómo pensás mientras cumplas con los estándares, o que sí le importa la forma como tratas a la gente y eso te da estatus y valor. En diversificar tu clientela para salirte de la enorme dependencia a los grandes negocios están en la maraña, sino pensar que creativamente hacia fuera, descentralizarte de la capital, que es un ejercicio que toma tiempo.
Y en lo político Colom afirma que hay una contradicción muy fuerte entre los grupos disidentes dentro de la élite económica. Reconoce la importancia de que sus mejores cuadros participen en la política pero venga la política como algo sucio un motivo de desprestigio y un peligro para sus empresas. También es necesaria una nueva organización de empresarios de quienes comparten una visión alternativa a la de las élites pero que no formen parte de las cámaras empresariales actuales.
Se tienen que asustar de cierta manera, en donde le vean valor a reorganizarse o a reconfigurarse porque saben que vale la pena. Y que existe un puente o que existen puentes posibles. El problema ahí es que siguen siendo muy pocos, creo que estas personas en el momento que vean una nueva masa crítica empresarial se podrán aliar, pero no van a ser los que empiecen. Pienso que desde la sociedad civil o desde los empresariados que no están representados en cámaras, se necesita urgentemente que haya un planteamiento porque personas que por la razón que sea no se sienten representados tendrían que organizarse, entendiendo que el sector organizado privado organizado sí es importante en cualquier sociedad.
El estudio mecanismos y conductas de presión para la captura del estado el mercado y disciplina miento de los disidentes muestra que todavía y frustración y miedo entre los empresarios entrevistados por qué no hay espacios para el diálogo y el consenso. De lo que están seguros el de la necesidad de reconocer sus privilegios y de soltar los vínculos con la cúpula tradicional para tener más libertad. Te invitamos a leer el estudio completo en Plaza Pública.